melicidade

26.11.07

Libertad

Hoy volvía de dejar a Roberto en su micro, y camino a casa, por el recodo oscuro e inevitable al caminar, había un hombre de actitud sospechosa. Lo primero que pensé, obviamente (como buena hija protegida y ciudadana que lucha a diario contra la campaña del terror y el impresionante aumento de la delincuencia en Chile) fue "este gil capaz que me quiera asaltar".

Luego, pensé "pero no ando con aros, ni anillos que pueda robarme, no tengo llaves de mi casa, no tengo el pase escolar, ni bolsas o carteras, ni una sola moneda en el bolsillo, ni mi celular. No hay nada que me pueda robar, ¿para qué me va a asaltar?"

Y me sentí tan liiiiibreeeee.... tan feliz de tener sólo mi ropa puesta, y mis manos en los bolsillos, tan feliz de no tener nada encima, tan tranquila y llena de tiempo, caminando a mi ritmo, con mis chalas viejas y mis jeans ya rotos, y supe profundamente que dentro, bien dentro, la ciudad aún no me corrompe. Aún puedo seguir caminando, tomando sólo agua, y que por eso todavía me quedo mirando a los gorriones cuando están saltando en los pastos, y no a los autos último modelo que transitan tan cerca.

Finalmente, al acercarme con mi destello de libertad al hombre sospechoso, resultó ser sólo una señora leyendo un papel.

2 Comments:

  • Que agrado leer estas palabras...

    By Anonymous Anónimo, at 27 noviembre, 2007 00:18  

  • Concuerdo con "anónimo"...qué agradable nota agregas a la vida de quien te lee...
    Muy simpática...qué rico saber que hay personas como tú por ahí, paseandose en nuestras ciudades....

    By Anonymous Anónimo, at 10 abril, 2008 13:48  

Publicar un comentario

<< Home