Cavilaciones - Volumen I

Mentira, culpa, preocupación... hasta el entusiasmo me pareció absurdo por un momento. "Mucho entusiasmo..." es una frase que no puedo sacarme de la cabeza, es que ya basta de tanto entusiasmo libre y desparramado sin pensar. He de invitar a la racionalidad para que vuelva, parece que se me fue de vacaciones y ya es mucho, necesito orden, disciplina, estructura.
¿Deberían existir la culpa y la preocupación? Me dijiste que no, porque la culpa es por algo que ya sucedió, (¿que no puede remediarse? ...estoy recién tratando de entender...) y la preocupación tampoco, porque es algo que aún no sucede. Pero las cosas no pasan solas, ni sólo porque sí, uno siempre le imprime una dirección, aunque sea mínimamente y aunque no se note con claridad. He ahí que creo que debo hacerme responsable de las cosas que pasan y que pasan por alguna cosa que (no) hice. Creo que la culpa es el indicador del error, y de los errores se aprende, por lo tanto, no creo que la culpa sea tan mala, sólo hay que saber lidiar con ella, saber reconocer su origen, y pensar que esto pasó por algo, y desde ahí tomar una nueva decisión, ya no inconsciente de las consecuencias que puede traer.