Acostumbro escribir mucho, hasta escribir palabras por el placer de tomar un lapiz (ojalá mi favorito), pero ahora estoy acá, tecleando... Reacia a los blogs, terminaron atrayéndome sólo por uno hermoso que vi hace poco. A ver qué resulta de esta traición al arte del lápiz y papel, a la única veta artística que tengo.